
El Maikel se ha muerto. Se ha ido a ese mágico mundo a donde van a "estrellarse" las estrellas al caer. Es todavía irreal tratar de traducirlo como no sea mirando nuevamente alguno de esos videoclips que nos dejaban con los ojos y la boca abierta absolutamente CADA VEZ.
Te acuerdas de "Se me cae la trusa" ("Don't Stop 'Till You Get Enough")? De la transformación en licántropo y los zombies de "Thriller"?

Sin embargo, cada vez que salía a un escenario todo el mundo miraba con los ojos bien abiertos, porque todo el mundo sabía que la sorpresa estaba garantizada. Su vida fue un cuento de hadas y una pesadilla también llena de ojos y, su personalidad, supercontroversial.