(ó Ulises, el retorno)
Vuelvo a ti
aletargado y, a la vez, fiero homínido
cargando los desastres de esta
mi alma
-libre al fin de actitudes-
Insalvable peldaño
tierna bestia
llego cruzando a ti aventuras
libre de acechos y de incertidumbre
de Ítaca -patria de decir adiós-
Júpiter me ha coronado con dos ramitas verdes
aunque antes le advertí
que no llenaban todos estos años
-mucho menos tu nombre ni el de mi hijo-
Oh, Penélope
inconclusa mujer de mis caricias!
Dadora de infinito
cúbreme con tu luz
aunque no puedan abrigarme ya
el manto
ni tus quejas...
Vuelvo a ti
aletargado y, a la vez, fiero homínido
cargando los desastres de esta
mi alma
-libre al fin de actitudes-
Insalvable peldaño
tierna bestia
llego cruzando a ti aventuras
libre de acechos y de incertidumbre
de Ítaca -patria de decir adiós-
Júpiter me ha coronado con dos ramitas verdes
aunque antes le advertí
que no llenaban todos estos años
-mucho menos tu nombre ni el de mi hijo-
Oh, Penélope
inconclusa mujer de mis caricias!
Dadora de infinito
cúbreme con tu luz
aunque no puedan abrigarme ya
el manto
ni tus quejas...
Bellísimo!!!
ResponderEliminarNiurki