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"Better to write for yourself and have no public
than to write for the public and have no self"
Ciril Connelly
Para muchos cubanos está claro el "por qué" de estos hechos, pero hay todavía tantos que, sumergidos en la ignorancia o la indolencia, deciden gritar frente a la Casa de la Libertad -los sitiados- o bailar al ritmo del último éxito de la Charanga Habanera (talvez ambas cosas a la vez), que es realmente preocupante.
Alguien, alguna vez, me acusó de postmoderna y me hizo descubrir dónde en realidad estoy al respecto de estos momentos decisivos que Cuba está viviendo. Yo estoy, años ha, más allá de la postmodernidad, en un estado de "empatía crítica" que sólo es posible cuando dejas que las cosas te duelan de lejos. Cuba, sin embargo, parece estar hastiada, como los perros cuando acaban de salir de un aguacero, que se sacuden hasta la última gota de agua desde la cabeza hasta la cola.
La adoctrinación trata de continuar en la misma facon con que lo ha hecho durante 50 años, impidiendo tal vez la única manera eficaz de disolver el dominio del régimen: la educación.
Escuchando lo que los "manifestantes" frente a la Casa de la Libertad han gritado a manera de argumentos:
no me deja más remedio que llegar a esta conclusión: lo que ocurre en Cuba es la consecuencia directa del SECUESTRO DE LA DIGNIDAD, la evidencia de lo que sucede cuando al ser humano se le IMPONE poner los intereses de la mayoría por encima de los propios, la consecuencia directa de la AUSENCIA DE UN PENSAMIENTO CRÍTICO en interaccción directa con el público, o sea, de la LIBERTAD DE EXPRESIÓN.
Es por esto que es tan importante la existencia de los blogueros independientes. Ellos son esa vox populi que falta en la sociedad cubana. Lo digo en tiempo presente porque todavía faltan: un 1% del país tiene acceso -limitado, controlado o censurado- a Internet. Pero se han convertido en una importante fuente para quienes estando fuera del país, sólo nos enterábamos de lo que el régimen nos dejaba saber. Más importante aún es, defender a Yoani, la más conocida -no quiero poner coronas innecesarias- porque sin ella este movimiento tal vez no fuera posible, y porque su valor no tiene manera de medirse, como dicen los españoles: "No se calla ni debajo del agua!" Y hace bien.
*Foto, cortesía de Lourdes Pagani